Silencio por Gaza

Un pequeño gesto que podemos hacer. Parece una buena idea. De los testimonios desgarradoramente bellos del Dr. Ezzideen de Gaza. No hay internet. No hay señal. No hay sonido. No hay mundo más allá de esta jaula. Caminé treinta minutos entre ruinas y polvo. No buscando escapar, sino un fragmento de señal, justo lo suficiente para susurrar: «Seguimos vivos». No porque alguien esté escuchando, sino porque morir sin ser escuchado es la muerte definitiva. Gaza está en silencio ahora. No con paz, sino con aniquilación. No un silencio de quietud, sino de asfixia. Cortaron el último cable. Ningún mensaje sale. Ninguna imagen entra. Incluso el dolor ha sido prohibido. Pasé junto a los cadáveres de edificios, de casas, de hombres, algunos respirando, otros no. Todos ellos borrados por la misma mano que borró nuestras voces. Este no es solo un asedio de bombas. Es un asedio a la memoria: una guerra contra nuestra capacidad de decir: "Estuvimos aquí". Los bombardeos nunca cesaron, espec...