Dijo Simone de Beauvoir: “Su libro me ha causado una gran emoción”
Empecé por escribirle cartas a mi madre desde un sitio en que los únicos acontecimientos eran mis pensamientos. Empecé a seguirles el hilo, a vigilarlos, a demorarme en este o en aquel, cuando alguno me parecía esencial. En pocas palabras, a elegir. Nunca dudé de que todas las ideas pasan por todas las cabezas, que escribir no es un talento especial (como lo son la música o las matemáticas), que la única diferencia entre alguien que escribe y alguien que no, es por una cuestión de técnica (o de paciencia); sobre todo de la técnica de conocer y controlar las evoluciones del pensamiento.
Ana Novac. Libro “Aquellos hermosos días de mi juventud”.
Fragmento del prólogo escrito por ella misma donde explica cómo logró sobrevivir a una realidad sin consuelo. Ana Novac era judía y en 1944, siendo una adolescente, fue deportada a Auschwitz donde sufrió todo tipo de torturas. Medio siglo después se publicó una versión del Diario que la joven había escrito desde el mismísimo infierno. Lo admirable es que entre lo perverso, lo brutal y lo cínico descargado con saña contra su frágil cuerpo, ella logró pensar: "Escribo, luego soy".
Fragmento del prólogo escrito por ella misma donde explica cómo logró sobrevivir a una realidad sin consuelo. Ana Novac era judía y en 1944, siendo una adolescente, fue deportada a Auschwitz donde sufrió todo tipo de torturas. Medio siglo después se publicó una versión del Diario que la joven había escrito desde el mismísimo infierno. Lo admirable es que entre lo perverso, lo brutal y lo cínico descargado con saña contra su frágil cuerpo, ella logró pensar: "Escribo, luego soy".
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ResponderEliminarGracias querida Lucía, tu grandeza y ejemplo enaltecen el bien hacer de la docencia. Un abrazo desde Colombia
ResponderEliminarLucia Se imagina la que se puede armar si escriben todos los que no saben nada? Estupenda actitud la suya, extraordinaria la de la jovencita. Gracias Gracias Gracias
ResponderEliminarLucia, en mi primer año de universidad, soy comunicador, me tope con una profesora que me brindó similar estímulo. Al leer tu relato, que por cierto lo vi en un periódico, me acordé de ella. Y lo placentero que fue mi encuentro. Imagino que la semilla que sembraste en la nena que es paisana mía, va a dar sus grandes frutos. Eso la hará crecer a ella en dignidad y humanismo y por supuesto a ti también. Me alegra que existan personas como vos. Un abrazo sincero. Te escribo desde Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
ResponderEliminarLucia, en mi primer año de universidad, soy comunicador, me tope con una profesora que me brindó similar estímulo. Al leer tu relato, que por cierto lo vi en un periódico, me acordé de ella. Y lo placentero que fue mi encuentro. Imagino que la semilla que sembraste en la nena que es paisana mía, va a dar sus grandes frutos. Eso la hará crecer a ella en dignidad y humanismo y por supuesto a ti también. Me alegra que existan personas como vos. Un abrazo sincero. Te escribo desde Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
ResponderEliminarTe quiero. No puedo parar de llorar.
ResponderEliminarTu actitud fue maravillosa!
Te abrazo!
Me hiciste salir unos buenos lagrimones de emoción y admiración Lucía.
ResponderEliminarGRACIAAAASSS HERMOSAAA!!!
Lucia, estoy muy conmovido por tu actitud y creatividad desde la compasión para romper las normas, cumplir con l propuesta y encontrar como geógrafa esa vertiente de agua y luz que oculta yacía en tu alumna. Ayer leí esta historia y me volví a conmover como hoy compartiendola con mi hija Avril de 12 años. Es un ejemplo muy profundo de educación y de actitudes, para encontrar un valle de creciemiento en el desierto de la rigidez. Lograr esa armonía ser libres y cumplir con la partitura, aunque no lo creas es como haber logrado entre vos y (tu amorosa) alumna una gran composición musical, que en la mayor simpleza y humildad de repente traen a la tierra un destello de Dios. Gracias por compartirlo y recordarnos, que hacer cuando el mapa se queda sin caminos. Desde La Cumbre donde vivimos, les mandamos un fuerte abrazo. desde
ResponderEliminarHermosa historia Lucía. Gracias por compartirla. Decimos que el aprendizaje es continuo y para toda la vida; finalmente eso es lo que evaluaste.
ResponderEliminarCreo que nos hiciste llorar a más de uno! Y darnos cuenta que aunque el mundo está revuelto que aún quedan personas con un alma llena de amor para poder entender la necesidad del otro, gracias por esa historia y por enseñarnos de paso a ver lo afortunados y bendecidos que somos un gran abrazo y que sigas compartiendo tu luz en lo que haces.!!! Mis respetos y mi admiración.
ResponderEliminarCreo que nos hiciste llorar a más de uno! Y darnos cuenta que aunque el mundo está revuelto que aún quedan personas con un alma llena de amor para poder entender la necesidad del otro, gracias por esa historia y por enseñarnos de paso a ver lo afortunados y bendecidos que somos un gran abrazo y que sigas compartiendo tu luz en lo que haces.!!! Mis respetos y mi admiración.
ResponderEliminarSoy de Bolivia está historia de gente mía que trabaja en el exterior hace llorar de verdad
ResponderEliminarSoy de Bolivia está historia de gente mía que trabaja en el exterior hace llorar de verdad
ResponderEliminar¿Y solo te mereció un 4?
ResponderEliminarLucía. Leí la entrevista que te hizo la BBC y decidí leer tu blog para saber más de vos. Soy argentina, pero vivo en los EE.UU. desde hace 16 años, donde también soy docente. Voy a compartir tu historia y la de la nena con mis alumnos mañana, para que puedan leer de primera mano los pensamientos y experiencias de una persona que vive muuuy lejos, pero que aun así, siente y sueña como ellos.
ResponderEliminarGracias por seguir luchando por los chicos.
Querida Lucía, Dios está en vos, gracias por estar en el lugar y en el tiempo justo y coincidir con esa niña, estoy muy emocionada, agradezco a Dios por las personas que como vos hacen a nuestra Patria, sin pedir nada a cambio, sin dobleces, pensando en el otro. Ahhhh!!!, si todos actuaramos como vos, qué distinto sería todo. Tengo 64 años, soy maestra normal y bioquimica, ya jubilada, nonna de 5 nietos, vivo en Colonia Caroya, Pcia de Córdoba. Lucía, de nuevo, gracias por estar en nuestro mundo.
ResponderEliminarGracias Emilia! Estuve de vacaciones en Córdoba y ahora que volví, vuelvo a la compu para terminar de escribir mi primer libro: se va a llamar Frutillas. Me anima mucho leer comentarios así. Estamos en contacto. Saludos desde Mar del Plata.
EliminarQuerida Lucía, Dios está en vos, gracias por estar en el lugar y en el tiempo justo y coincidir con esa niña, estoy muy emocionada, agradezco a Dios por las personas que como vos hacen a nuestra Patria, sin pedir nada a cambio, sin dobleces, pensando en el otro. Ahhhh!!!, si todos actuaramos como vos, qué distinto sería todo. Tengo 64 años, soy maestra normal y bioquimica, ya jubilada, nonna de 5 nietos, vivo en Colonia Caroya, Pcia de Córdoba. Lucía, de nuevo, gracias por estar en nuestro mundo.
ResponderEliminarLucia gracias por compartir esta vivencia que excede a lo profesional pero hace mucho a al motivo por el cual la elegiste, te vi en TN y luego te busque en el blog, me pareció importante decirte que tuviste un gesto muy loable porque no aprobaste por aprobar sino que buscaste fundamentos, y los mismos te cuestionaron el contenido y la pedagogía de la educación, en un momento uno de los conductores dijo que lo extraño es que te detuviste y miraste a tu alumna y eso es altísimo porque no la miraste solo con la comprensión intelectual sino que la miraste con el corazón y encontraste en ella su vida, su historia, y de allí decidiste cambiar la historia, fue muy lindo conoces este caso, porque así muchas veces se detiene Dios y nos da la oportunidad y nos dice Vales Mucho para mi, vuelvo agradecerte también porque traes en debate un tema distinto al que se escucha a cada momento en todo lugar, este tema nos trae esperanza y sacar del centro de la escena a políticos corruptos, insensibles e inoperantes
ResponderEliminarSe estudia para aprender y no solamente para aprobar. Es el aprendizaje lo que incluye, no el estar aprobado.
ResponderEliminarExcelente iniciativa, esta evaluación nos demuestra la pertinencia de considerar el contexto familiar, social y cultural de los estudiantes, en cada instancia de aprendizaje. Considerar sus experiencias fuera de la escuela, abre el corazón y el pensamiento se estimula a aprender. Abrazos, continuemos en esta senda, que seguir trabajando para enseñar sin sentido, genera toda la intolerancia que se observa en nuestra sociedad actual.
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