La dimensión emocional

No sé cómo contarles esto porque es una noticia horrible, pero una amiga y compañera de ruta en esta historia (la otra titular de la cuenta durante la primer edición de Frutillas), tuvo un intento de suicidio y se salvó de milagro. Hacía más de tres meses que no la veía. Yo recién llegaba de Europa y me sentí convocada a ayudar activamente en su recuperación y cuidado acompañando a su familia. Ahora está fuera de peligro y nuevamente eligiendo la vida (le pedí permiso para publicar esto), pero se darán una idea de lo difícil que es escribir en este contexto.


Hace unos días leí el libro “La sociedad del cansancio” de Byung-Chul Han, un surcoreano que es autor de más de una decena de libros, la mayoría de los cuales, se han doblado al español, y me interesó su análisis sobre la patologización de los padecimientos mentales y emocionales. Hoy en día, la depresión, el déficit de atención, la bipolaridad, el estrés y otros malestares son los trastornos que estamos padeciendo como epidemias. En esta obra, lo que él argumenta es que estamos yendo de una sociedad del “control”, como planteó Foucault, a una sociedad del “rendimiento” (no importa lo que nos esté pasando, se trata de seguir adelante produciendo a cualquier costo). Obviamente esta síntesis no termina de explicar todo el desarrollo de la idea, pero me parece interesante rescatarla como diagnóstico social del momento histórico que estamos viviendo. El sufrimiento de una persona en el plano de la salud mental nos interpela sobre nuestro propio sufrimiento.


¿Cuántos problemas sociales serán creados por la forma en la que trabajamos? ¿Cuáles son los rendimientos que se avalan en esta sociedad y cuáles no? ¿Qué tipo de tareas nos convierten en personas útiles o inútiles? ¿Cuándo y por qué se considera que algo rinde? ¿Será una buena idea transitar la vida con una agenda llena de ocupaciones corriendo de un lugar a otro? Tal vez escribir, como otras formas de expresión artística, pueda ser una manera de revertir ciertas angustias psíquicas y emocionales que nos afectan en nuestros quehaceres cotidianos. Como dijo Krisnahmurti, escritor y orador nacido en la India a fines del siglo XIX: "No es síntoma de buena salud adaptarse a una sociedad enferma". 



En relación a mi trabajo, les cuento que la campaña de financiamiento colectivo en Ideame no va a salir. Estuvo bien pensada y se hizo con muchísimo amor y dedicación pero así todo, no funcionó. Por más que me digan de mil maneras que no logramos llegar a la meta porque la situación económica está complicada y argumentos similares, yo creo que hay motivos para explicarlo que quizás, pasen por otro lado.


Esta historia tiene magia (lo sé porque la vivimos) y para mí no avanza el proyecto de “Frutillas, segunda edición” porque no es prioritario volver a imprimir lo que ya circula en papel y está disponible gratis en Internet, sino que es el momento de escribir y publicar algo nuevo sobre educación. De animarme a contar mis ideas sobre la dimensión emocional y espiritual en el proceso de enseñanza y en todos los ámbitos de la vida. El contenido ya me viene dando vueltas en la cabeza desde hace un tiempo y ahora, que empecé a organizarlo, va tomando una forma que me parece interesante. Paola Galano, periodista de cultura en MdP, será mi editora esta vez.


El nuevo libro se llama "Historias de San Jacinto" y son varios relatos de cosas que me pasaron viviendo en una casa en las afueras de Mar del Plata con mi hijo de 7 años, dos perras, un gato y  muchas personas y animales que nos visitaron. 


Estoy escribiendo sobre seres que conocí y momentos que viví en zona sur que me impulsaron a mi incipiente “despertar espiritual”.


Me da energía cada vez que me dicen que están trabajando en las aulas con algunas ideas de mis libros. Me emociona las mil maneras que tenemos de ayudarnos para seguir tejiendo redes que nos conduzcan hacia horizontes más conscientes.

A muchas nos espera la ciudad de La Plata para hacer el XXXIV Encuentro Plurinacional de Mujeres, lesbianas, trans y travestis. Llevo “La Geografía del mar” a la mesa de La Revuelta, Colectiva feminista de Neuquén (son 20 libros y algunos ya están vendidos). Si lo quieren encargar, los pueden pedir por mail o por Instagram y los pagan en La Plata el 12, 13 ó 14 de octubre.

Agosto fue un mes lleno de problemas y tristezas pero en cualquier momento llega la primavera otra vez y volveremos a brillar.

Abrazos desde Mar del Plata,


Lucía

gorricholucia@gmail.com

Instagram: @gorricholucia

fotos: Marcela Golfredi


Comentarios

  1. Los agostos son difíciles. En esta sociedad productovista y de consumo desenfrenado olvidamos este detalle y seguimos como si nada. Gracias por dar fe y esperanza a esta humanidad.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Gracias por opinar

Entradas populares de este blog

Dijo que no sabía nada

Cómo hacer un atril para exhibir libros (paso a paso con fotos)

La metáfora de la casa