Tus zonas erróneas


 "Tus zonas erróneas" se llama el libro de Wayne Dyer que más repercusión tuvo. No es el mejor libro de autoayuda que leí pero reconozco que tiene momentos interesantes que activan el deseo de pensar en positivo. Parece que Wayne ya vino "chipeado" con el don del optimismo. En plena crisis económica fue huérfano y quedó en varios orfanato y casas de adopción hasta que se graduó y pudo independizarse. Se cuenta que cuando llegaba un niño (o niña) al lugar las personas que trabajaban en la institución lo mandaban a hablar con él para que le diera ánimo. 

Los libros de autoayuda son, en general, libros de espiritualidad. El problema es que en muchos países (como el nuestro) los libros sobre estos temas debían pasar por ley bajo el control de la Iglesia católica antes de ser publicados. Es así que esta institución, que viene trastocando la información desde el año cero hasta hoy, tenía hasta hace muy poco, el monopolio de decidir qué se imprimía y que no. Por eso muchos textos nunca llegaron a ver la luz y algunos se fueron disfrazando como libros de "filosofía aplicada a la persona". La idea es siempre burlar las barreras que impiden que la información circule. 

Hoy la historia está cambiando: es fácil acceder a materiales realmente interesantes con otros enfoques y miradas que explican lo que nos pasa. Formas de ver y habitar el Universo distintas a la manera en la que nos criaron. El sexo como pecado, el culto al duelo y el sacrificio, la invisibilización del poder de las mujeres, la existencia trans y la intromisión de la religión en políticas públicas son sólo algunos ejemplos de lo que trato de decir. 

Para mí leer sobre el Ego, el Ser, las relaciones sanas, lo transpersonal, el amor, la mística, el perdón, la gratitud, los chakras, los astros, la liberación y un infinito etcétera de palabras que buscan despertar la conciencia, me genera un agite intelectual y emocional que me atrapa más que muchas series. 

No me da para recomendar este libro porque no me encantó pero sí me atrevo a decirles que si todavía no lo hicieron, consigan algunos de esos materiales que avergonzaría a cualquier director (o directora) de tesis y consúltenlo a ver qué pasa. Después de un tiempo verán que sucede lo mismo que con otros rubros: hay libros de espiritualidad que te dejan vibrando como una buena obra de arte, hay otros que te sirven para pasar el rato, hay algunos que dan asco por la falta de compromiso y las ideas pro individualistas y hay otros que te generan ganas de sacarte una foto con la tapa y después pasarlo. Quizá ayude para transitar la cuarentena y sacarle algo de valor transpersonal. 





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